Correr para llegar

Siempre me ha gustado correr. Mucha gente comenta y te dice que para qué corres, que si es aburrido,que si cansa.. Sinceramente, no sé decir porqué lo hago. Simplemente me calzo las zapatillas y desconecto hasta que vuelvo a quitármelas. Sin música, sólamente con mi banda sonora y con la que me rodea. 

Hasta hace relativamente poco sólo había corrido por asfalto, y competido en un par de carreras. Un soleado día de enero se me ocurrió empezar a correr por el monte. Total, que resulta que no soy el único loco que lo hace. Somos un montón de maravillosos y locas que nos echamos a correr por los montes que nos rodean.

El pasado fin de semana corrí mi segunda carrera de montaña, la Erlaitz Aiako Harria Erdi Maratoia, la carrera de las montañas que me han visto crecer. Dicen que es la más dura de Euskadi. No se si lo es o no, pero el buen sabor de boca que me he llevado es inmejorable. La gente animando en diversos y variados puntos de la carrera, la organización y los organizadores señalando los puntos conflictivos y atendiendo estupendamente en avituallamientos y demás. Además de correr con muchos amigos y conocidos.

Me gusta esta droga de correr por el monte. Para muchos somos unos locos, para mí ha sido volver a competir y empezar a conocer este mundillo. Me huele en la nariz, que esta no ha sido mi última carrera de montaña.

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Pues eso, correr para llegar. Correr sin prisa pero llegar.